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Más de 150 niños y niñas con habilidades especiales del Colegio Padre Hurtado contarán este año con un taller de cocina que busca desarrollar al máximo sus capacidades. La idea bautizada como “Héroes y heroínas creando recetas para la vida diaria” fue presentada en el marco de la iniciativa social Ideas de Héroes por una colaboradora de Punta Arenas.
Con un completo equipamiento cuenta desde este año el Colegio Padre Hurtado para entregar una nueva herramienta de crecimiento personal a unos 150 alumnos y alumnas con capacidades distintas como trastornos motores, de comunicación y relación con el medio, trastornos de lenguaje, déficit atencional, rango limítrofe; además de problemas visuales y auditivos.
Este rincón de cocina pretende ayudar a los y las escolares a desenvolverse en la vida, desarrollando al máximo la creatividad. Esa fue la intención de Cristina Hernández, colaboradora de la sucursal de Punta Arenas, cuando postuló su proyecto a Ideas de Héroes. Está convencida de que los niños y niñas necesitan tener variadas herramientas para la vida y que su condición especial no debe privarlos. Cristina tiene un sobrino con problemas auditivos que estudia en el colegio y fue su inspiración para esta idea.
El aporte que recibió Cristina, una de las seis ganadoras entre más de 100 postulaciones a la iniciativa social I, permitió montar el taller que beneficiará a menores desde Prekinder a Octavo Básico.
“Mi intención es que con la donación de este mobiliario la escuela cuente con un Taller de cocina funcional que les entregue a los niños habilidades prácticas para desenvolverse en la vida cotidiana en el mediano y largo plazo. Esta puede ser una tremenda herramienta para fomentar su creatividad”, aseguro Cristina Hernández, colaboradora sucursal Punta Arenas.
Las clases serán impartidas por los propios profesores y profesoras que integran el grupo de integración de los menores como sicopedagogos del establecimiento que guiarán a los niños según sus capacidades y necesidades. La idea es que los niños y niñas puedan aprender recetas básicas de comidas y postres, mientras en estas tareas desarrollan también procesos de socialización.
La mirada integradora e inclusiva del colegio Padre Hurtado de Punta Arenas permitirá que la iniciativa para aprender a cocinar puedan aprovecharla también los otros 530 alumnos y alumnas del establecimiento.
